domingo, febrero 06, 2011

De tejas

Hace mucho tiempo, recibí un encargo bastante curioso; pintar una teja que sería colgada a modo de lámpara. Yo, que hacía tiempo que no cogía un pincel y que tampoco no había pintado nunca en ese material, pensé que lo mejor era documentarme y eso hice. Lijé, dí capas de imprimación y la teja quedó lista para pintarla.... solo que escogí mal. El óleo no era, al menos en esta ocasión, la mejor elección. Una vez me frustré lo suficiente para dejarla tirada durante muuucho tiempo, volví a retomarla, esta vez con acrílico, y este es el resultado. Como había decidido que la haría con motivos africanos, escogí colores tierra y naranjas, colores cálidos. Por cierto... no será la primera (ni la última vez) que me leeréis que odio el óleo... al menos, por ahora.



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